Cuando contemplemos esas labores sentiremos la amorosa presencia de la madre, de la abuela, de la hermana o de la tía. Sentiremos su mano hacendosa y tierna acariciándonos desde el punto de cruz de una sábana, una toalla, una funda, una servilleta........ prodigándonos su custodia de amor y de paz. (Texto cedido por mi amiga Lisette)