Aún no empecé a bordarlo porque antes quería ir dando salida a las cosas que tengo por terminar, pero viendo algún que otro costurero por la red (y concretamente el que hizo Cova), se me ocurrió hacer uno parecido para poder llevar mis cosas cuando nos reunimos para coser.
Para hacerlo, conté con la ayuda de mi super profesora de costura Isabel San Pedro. Yo le digo lo que quiero y cómo lo quiero, y ella en un suspiro hace que todo sea facilísimo.
Este es el costurero abierto. Puedo llevar las tijeras, los hilos, las agujas, los apuntes, el libro de Marie Suarez............. y todo lo que quepa.
He puesto, en un extremo, tres compartimentos para poder llevar lo que necesito.
En el centro, un bolsillo lo suficientemente grande para poder llevar la labor y los apuntes.
En el otro extremo le puse una solapa para llevar el libro de Marie.
Y así queda cuando lo cierro. Parece una carterita.
Las telas son de algodón español, baratitas, baratitas. Las ví en la tienda y pensé que quedarían bien para mi proyecto.
Para abrocharlo, qué mejor que un bonito botón de nacar.
Ahora a terminar lo que tengo pendiente, y a ponerme tranquilamente con esta maravilla de SAL. Hay proyectos que deben hacerse sin prisa, saboreándolos, y éste es uno de ellos.