El problema además se agravaba porque las dos cosemos juntas (en mi casa en invierno, y en la piscina de su casa en verano), y claro, tenemos muy claro el proyecto de cada una. Así que la pobre la tuvo que bordar por las noches, en su casa, a escondidas.
¡Vaya si me sorprendió¡. Que conste que la uso porque me gusta disfrutarla y porque me acuerdo mucho de ella cuando la veo en el lavabo.
1 comentario:
Pues si que te has puesto con ganas a meter entradas en el blog, y todo a cual mas bonito
Que decirte de estas toallas, una auténtica moneria.
Enhorabuena a las dos.
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