jueves, 27 de noviembre de 2008

Kedada en Bilbao. 22 de noviembre de 2008

Comenzamos el viernes tomando unos vinos y unos pinchos en la famosa ....................




Al día siguiente, tempranito, nos fuimos a Bilbao, donde nos esperaban Esther, Teresa y Mariló. Lo primero, un cafetito caliente con un delicioso pastel de arroz (por cierto, no lleva arroz; y está buenísimo). Luego, reparto de regalitos.

Estos árboles de Navidad los ha hecho Pilar para regalarlos a Esther y Chelo. A mí también me trajo otro que está esperando a que llegue la Navidad.






Sylvie, nos asombró a todas con sus maravillas en patchwork. Mirad que preciosidad:





Es que hasta la etiqueta que ha hecho es una preciosidad.



Esta es una deliciosa manta hecha en franela que nos entusiasmó a todas por los colores tan bonitos y por la suavidad que tiene:




Esther le regaló a Mariló esta estilizada Tilda bañista.




Mi regalo fue a parar a Mª Jesús : un árbol de navidad en color azul y con abalorios, terminado como un pequeño cojín.




A mí me tocó el regalo de Teresa. Os podéis imaginar mi alegría porque ya sabéis que me fascinan las vainicas, y me consta que Teresa es una artista así que no podía creer que esta maravilla iba a ir a parar a mis manos.






Mariló les regaló a Chelo y a Sylvie unas hadas preciosas.



Sylvie le regaló a Pilar esta preciosa ovejita, a la que de vuelta a Logroño esa noche, en el coche, bautizamos como Lucerita.




Teresa también nos regaló a cada una, un llavero de la Fundación Ferrer



Pilar le regaló a Teresa estos bolillos con su nombre.


Mª Jesús le regaló a Chelo este bonito biscornú con un diseño dedicado a la lucha contra el cáncer de mama. Las tijeras también tienen el mismo diseño.



A Esther le tocó esta preciosa caja hecha por Pilar bordada con cintas.




A Teresa le tocaron estos dos preciosos trabajos de Chelo: uno de sus bonitos caracoles y un acerico hecho con un tapón de una botella de leche.


Esther nos enseñó un árbol de navidad que ya había hecho hace tiempo. Creo recordar que es un diseño de Renato Parolin.



La verdad es que estuvimos 12 horas juntas. Solamente salimos a comer, y como hacía un tiempo muy desapacible, y en casa de Esther estábamos bajo el abrigo de una chimenea, después de comer volvimos a su casa para seguir cotorreando y seguir comiendo porque para merendar nos hzo una quesada que estaba de chuparse los dedos.
Lo pasamos muy requetebien. Muchas no nos veíamos desde que hace un año nos conocimos en Logroño.
El año que viene seguro que repetiremos.