Las últimas fotos ya son en nuestra casa, bueno sobre todo en la suya. Mi hijo aprovechó la caja de una impresora, y automáticamente Missie la ha ocupado y ahora es su loft que defiende a capa y espada.
Ha engordado, ha crecido y es muy muy juguetón. Con él nos reimos a todas horas del día: desde que nos levantamos hasta que nos acostamos.
Si alguien está pensando en tener un gato, yo os recomiendo que os acerquéis a las perreras municipales. La gente lleva camadas de las que no se pueden ocupar, y podéis tener un gatito sin coste alguno.